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sábado, 18 de mayo de 2013

Mi historia...

          Hola a todos, solo paso el día de hoy para mostrarles mi historia, una historia que escribí hace algunos meses pero me ha ayudado bastante desde aquel tiempo, espero que les guste...

Mi historia...
            Un Lunes de puente, 4 de Febrero del 2013, revisé en las actualizaciones de Facebook y vi que había una convocatoria, ¡La convocatoria que tanto esperaba!, era de la página que seguía desde hace algunos meses, “No quiero más clases de falsa moral, que nadie es culpable por amar”, el administrador de la página (Ángel Ledezma), lanzó una convocatoria para encontrar al nuevo Administrador de la página.

            Por fin había llegado la oportunidad de ser un administrador de la página. Pero… había un detalle… El concurso era sobre hacer una historia, sí, una historia de temática gay, yo antes era bueno para crear historias, cuentos, relatos y muchas cosas más, pero en este momento mi mente se cerraba y se nublaba. No tenía idea sobre qué escribir, mi mente se bloqueó y no encontraba como comenzar.

            Estuve pensando, meditando y reflexionando muchas cosas que podría escribir, cosas que podría inventar o cosas que podrían gustarle a los demás, pero… todas me parecían estúpidas y no se me ocurría nada bueno.

Lo único que tenía en mente era que la historia que contara, tenía que ser de alguna experiencia que haya tenido yo en mi vida, una historia real. Pero… ¿Qué podía ser eso que pudiera contar de mi vida personal con temática gay? Si... ni siquiera he podido salir del closet, aún no me siento completamente convencido de lo que soy o de lo que quiero, aún no he podido encontrarme yo mismo para poder decirles a todos los demás quién soy.

Me encontraba en un dilema grande. Por un lado, podría escribir una carta anunciando a los 4 vientos lo que realmente soy, lo que siento, lo que pienso, lo que vivo a cada momento en este tormento que he callado durante años por no poder decir abiertamente lo que soy, por no poder expresarme libremente ante las demás personas.

Pero… Si hacía eso… Estaría diciendo a todo el mundo lo que pasa conmigo y eso es algo de lo que aún no me siento completamente convencido, además de que podrían enterarse todos de lo que soy, y eso es un miedo que atormenta mi vida cada instante.

No quiero sentir que les he fallado a mis padres, no quiero sentir que les he fallado a mis hermanos, no quiero sentir que les he fallado a mis amigos, no quiero sentir que me he fallado a mí mismo.

Pero si no escribía sobre lo que sentía, si no escribía de lo que pensaba, si no escribía de lo que quería, Entonces… ¿De qué más escribiría?

También podía escribir sobre los recuerdos de mi adolescencia, recuerdos que aún están grabados en mi mente, cuando me preguntaban que si me gustaba muchacha y que por qué no había tenido novia aún… yo sólo les respondía “No es algo que esté dentro de mis planes aún, además de que no tengo mucho tiempo para tener una relación de Noviazgo”. Saben por qué siempre mencionaba “Relación de noviazgo” en lugar de decir “tener novia”. Porque muy dentro de mi sabía que lo que me gustaban no eran las mujeres, que lo que realmente me gustaban eran los hombres…

Siempre tuve el miedo de contar todo esto a alguien, sentía que me harían a un lado, que perdería grandes “Amistades”. Que NADA volvería a ser lo mismo si algún día llegaran a enterarse de lo que guardaba en lo más profundo de mis pensamientos, pero… ¡Qué tonto al creer eso!

Esas personas que yo considero como “Amistades”, si se llegaran a enterar de lo que realmente soy y me dejaran de hablar por enterarse de ello… Entonces… Me daré cuenta de que no eran verdaderas “Amistades”. Que sólo estarían conmigo en los momentos buenos o de alegría, y que, en esos momentos donde más los necesitaría no estarían para mí…

Me he dado cuenta de que al callar todo este tiempo, de que al ocultar lo que verdaderamente siento, de que al sentir que no valgo, los únicos… o mejor dicho… El único afectado en todo esto, he sido yo, por no mostrar lo que soy, por no quererme como soy y por no valorarme como lo que soy.

En estos últimos meses que he estado investigando al respecto, que he estado informándome sobre lo que podría ser o no ser yo, que he consultado mil y un lugares diferentes de información. Me he dado cuenta de que yo soy lo que soy, de que mis preferencias no son “Sugestiones” que me he realizado, me he dado cuenta que no tengo la culpa de ser quién soy, de haber nacido así, con esto que muchos podrían llamar como “Defecto”. Por haber nacido Joto, Maricón, Puñal, Puto o de las otras miles y miles de formas como podrían llamarme, me he dado cuenta que más que un defecto, es una bendición para mí, porque me ha ayudado a encontrarme yo mismo, me ha ayudado a entenderme yo mismo y me ha ayudado a valorarme yo mismo.

El ser como soy, el tener mis preferencias, el tener mi pensamiento, el querer a mis iguales me podría hacer muy diferente de la mayoría, pero al mismo tiempo me acerca a personas que realmente valen la pena, me hace tener “Amistades” Sinceras, me hace querer desarrollarme libremente, expresar mis sentimientos, mis emociones y mis sueños.

Me hace ver que hay personas  que la sociedad etiqueta como “Diferentes” Pero que no somos tan diferentes a los demás, respiramos, sentimos, olfateamos, vemos, oímos y Vivimos igual que todas las demás personas. No somos mutantes, alienígenas, extraterrestres, zombis o alguna especie rara en el planeta.

Ahora no me siento tan Cobarde, ahora ya me he encontrado a mí mismo, sé quién soy yo, sé que es lo que me gusta y sé que es lo que quiero.

Soy Humano, me gustan los hombres y quiero ser feliz con lo que soy, No quiero más clases de falsa moral, que nadie es culpable por amar.



lunes, 1 de abril de 2013

Historia 0012 – Un último recuerdo


Era tarde, debieron de ser las tres de la mañana cuando por fin pude abrir los ojos; estúpidas pastillas antidepresivas que me hacen dormir mucho. Todo estaba en silencio de seguro mi hermano aún no había llegado de estar con su novia y el más pequeño lo habrían dejado con alguna vecina o tía, en fin pude por fin abrir los ojos y solo pude notar a mi amiga, sí; era ella siempre sale de noche y me visita por lo regular dejo la ventana y las cortinas abiertas para que entre, su luz es hermosa igual que todas las noches.

Trate de dormir un poco más pero solo alcance a dormitar, alguien había entrado a mi habitación supuse que era mi hermano asegurándose de que las pastillas me hubiesen hecho efecto y no encontrarme como en veces anteriores, cortándome con algún cuchillo, navaja o exacto. Pero estaba en un error no era el, el no suele sentarse a un lado de mi ni siquiera se preocupa por mí solo lo hace para complacer a mama, esta persona extraña que aún no sabía quién era seguía sentada por un lado mío, sin darle importancia seguí con los ojos cerrados con la cara hacia la ventana.

De repente esta persona, se recostó y me abrazo por detrás pensé por un momento gritar, pedir auxilio; pero me era reconfortante sentir el cariño y calor humano de alguien más, así que sin saber quién era me acomode más, alcance a percibir que era un hombre, alguien masculino no sabría exactamente de qué edad pero era un hombre, sin darle mucha importancia me quede totalmente dormido.

Por alguna razón mi amiga me llamaba pues su luz brillaba más que nunca aquella noche, no me extraño que todo siguiera en calma ya que por lo regular y para que no me altere mama solía pedirle a mis hermanos no hacer mucho ruido, mas sin embargo algo me saco de onda, el seguía ahí, acostado por un lado mío, quise verle la cara pero mi amiga me defraudo su luz se había opacado gracias a que una nube la había tapado, no me quise quedar con la duda así que armándome de valor le toque el rostro, toque su cabello, era largo y muy lacio. Solo alguien se me vino a la mente en ese instante pero no lo podía creer por que se suponía que él estaba en Canadá.

El, el causante de mis heridas en brazos y piernas, quien hizo que me internaran por tres largos meses en un hospital psiquiátrico, no podía ser él, seguramente estaba soñando, mi amiga no se volvió a aparecer por el resto de la noche, de hecho empezó a llover esa noche tuve que cerrar la ventana y correr las cortinas, sin verle el rostro me recosté sobre su pecho pensando que era solamente un sueño que las malditas pastillas me solían provocar.

Justo antes de quedarme totalmente y profundamente dormido por última vez; me abrazo y me susurro al oído: “Jamás te dejare solo de nuevo” diciendo esto me beso, me abrazo fuerte y quede dormido.

Como todas las mañanas era de suponerse mi despertador sonó a la misma hora y aunque había dejado la escuela desde ya hacía mucho tiempo, tenía que ir las estúpidas terapias, desperté y lo primero que vi fue el sol, me calaba la luz como si hubiese tenido fiesta la noche anterior, me dolía la cabeza y un poco la espalda a causa de las pastillas que hacen que duerma como oso cuando hiberna, me puse boca arriba y extendí los brazos, curioso no había nadie, debió de haber sido un sueño, después de todo él está en Canadá.

Me levante de la cama puse un poco de música y justo antes de salir de mi habitación note algo que no correspondía a mi habitación sobre la silla justo a lado de mi escritorio, había un suéter; ese suéter de inmediato lo reconocí pero no podía ser, él estaba a kilómetros de aquí, ese suéter celeste con blanco a rayas y con capucha le pertenecía a el, era el suéter que llevaba puesto la primera vez que nos vimos charlamos esa vez por mucho tiempo y de ahí que nos hicimos amigos.

Él había estado conmigo la noche anterior, no fue un sueño, tome el suéter entre mis manos y lo olí, olía a él, su desodorante y más allá del desodorante su aroma natural, él había estado conmigo aquella noche; jamás supe cómo ni cuándo pero hasta la fecha no he sabido nada de él, solo mi amiga la luna fue testigo de lo que sucedió la noche anterior.
Interrogantes pasan por mi cabeza pero aquella noche jamás la podre olvidar, aún sigue el suéter colgado en lo más profundo de mi guardarropa, tratando de que no se el aroma tan característico de él. Él es solo un recuerdo que en si momento me dolió mucho, que me llevo a hacer cosas que hoy me arrepiento, mi cuerpo quedo marcado, cicatrices que me recuerdan constantemente que jamás lo volveré a ver, y aun que el no lo sepa le deseo la mejor de la suerte y que se cuide mucho…

Participante # 12