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viernes, 4 de febrero de 2022

Mi historia...

Notas del autore:

Esta historia la escribí en febrero de 2013, por lo que actualmente podría no representar mi sentipensar, sin embargo, la considero como una parte importante en mi historia de vida, dado que fue la punta del iceberg en su momento, la herramienta que encontré más adecuada para poder expresar lo que sentía y por lo que vivía, una forma de autodescubrimiento y aceptación de mis emociones y sentires.

Agradezco a las personas que me han ayudado a crecer durante todos estos años, gracias por sus experiencias y conocimientos compartidos. Gracias por estar y abrazarme fuertemente cuando más lo necesitaba.

Mi historia...



            Un lunes de puente, 4 de febrero del 2013, revisé en las actualizaciones de Facebook y vi que había una convocatoria, ¡La convocatoria que tanto esperaba!, era de la página que seguía desde hace algunos meses, “No quiero más clases de falsa moral, que nadie es culpable por amar”, el administrador de la página (Ángel Ledezma), lanzó una convocatoria para encontrar al nuevo administrador de la página.

            Por fin había llegado la oportunidad de ser un administrador de la página, pero… había un detalle… El concurso era sobre hacer una historia, sí, una historia de temática gay, yo antes era bueno para crear historias, cuentos, relatos y muchas cosas más, pero en este momento mi mente se cerraba y se nublaba. No tenía idea sobre qué escribir, mi mente se bloqueó y no encontraba como comenzar.

            Estuve pensando, meditando y reflexionando muchas cosas que podría escribir, cosas que podría inventar o cosas que podrían gustarle a los demás, pero… todas me parecían estúpidas y no se me ocurría nada bueno.

            Lo único que tenía en mente era que la historia que contara, tenía que ser de alguna experiencia que haya tenido yo en mi vida, una historia real. Pero… ¿Qué podía ser eso que pudiera contar de mi vida personal con temática gay? Si... ni siquiera he podido salir del closet, aún no me siento completamente convencido de lo que soy o de lo que quiero, aún no he podido encontrarme yo mismo para poder decirles a todos los demás quién soy.

            Me encontraba en un dilema grande, por un lado, podría escribir una carta anunciando a los 4 vientos lo que realmente soy, lo que siento, lo que pienso, lo que vivo a cada momento en este tormento que he callado durante años por no poder decir abiertamente lo que soy, por no poder expresarme libremente ante las demás personas.

            Pero… Si hacía eso… Estaría diciendo a todo el mundo lo que pasa conmigo y eso es algo de lo que aún no me siento completamente convencido, además de que podrían enterarse todos de lo que soy, y eso es un miedo que atormenta mi vida cada instante.

            No quiero sentir que les he fallado a mis padres, no quiero sentir que les he fallado a mis hermanos, no quiero sentir que les he fallado a mis amigos, no quiero sentir que me he fallado a mí mismo.

            Pero si no escribía sobre lo que sentía, si no escribía de lo que pensaba, si no escribía de lo que quería, Entonces… ¿De qué más escribiría?

            También podía escribir sobre los recuerdos de mi adolescencia, recuerdos que aún están grabados en mi mente, cuando me preguntaban que si me gustaba alguna muchacha y el por qué no había tenido novia aún… yo sólo les respondía “No es algo que esté dentro de mis planes aún, además de que no tengo mucho tiempo para tener una relación de noviazgo”. ¿Saben por qué siempre mencionaba “relación de noviazgo” en lugar de decir “tener novia”?. Porque muy dentro de mi sabía que lo que me atraía no eran las mujeres, que lo que realmente me atraía eran los hombres…

            Siempre tuve el miedo de contar todo esto a alguien, sentía que me harían a un lado, que perdería grandes “amistades”, que NADA volvería a ser lo mismo si algún día llegaran a enterarse de lo que guardaba en lo más profundo de mis pensamientos, pero… ¡Qué tonto al creer eso!

            Esas personas que yo considero como “amistades”, si se llegaran a enterar de lo que realmente soy y me dejaran de hablar por enterarse de ello… entonces… me daré cuenta de que no eran verdaderas “amistades”, que sólo estarían conmigo en los momentos buenos o de alegría, y que, en esos momentos donde más los necesitaría no estarían para mí…

            Me he dado cuenta de que al callar todo este tiempo, de que al ocultar lo que verdaderamente siento, de que al sentir que no valgo, los únicos… o mejor dicho… el único afectado en todo esto, he sido yo, por no mostrar lo que soy, por no quererme como soy y por no valorarme como por lo que soy.

            En estos últimos meses que he estado investigando al respecto, que he estado informándome sobre lo que podría ser o no ser yo, que he consultado mil y un lugares diferentes de información, me he dado cuenta de que yo soy lo que soy, de que mi orientación no son “sugestiones” que me he hecho. Me he dado cuenta que no tengo la culpa de ser quién soy, de haber nacido así, con esto que muchos podrían llamar como “defecto”, por haber nacido Joto, Maricón, Puñal, Puto o de las otras muchas formas como podrían llamarme, me he dado cuenta que más que un defecto, es una bendición para mí, porque me ha ayudado a encontrarme yo mismo, me ha ayudado a entenderme yo mismo y me ha ayudado a valorarme yo mismo.

            El ser como soy, mi orientación, mis pensamientos, el querer a mis iguales, me podría hacer muy diferente a la mayoría, pero al mismo tiempo me acerca a personas que realmente valen la pena, me hace tener “amistades” sinceras, me hace querer desarrollarme libremente, expresar mis sentimientos, mis emociones y mis sueños.

            Me hace ver que hay personas que la sociedad etiqueta como “diferentes” pero que no somos tan diferentes a los demás, respiramos, sentimos, olfateamos, vemos, oímos y vivimos. No somos mutantes, alienígenas, extraterrestres, zombis o alguna especie rara en el planeta.

            Ahora no me siento tan cobarde, ahora ya me he encontrado a mí mismo, sé quién soy yo, sé que es lo que me gusta y sé que es lo que quiero.

            Soy humano, me gustan los hombres y quiero ser feliz con lo que soy, "No quiero más clases de falsa moral, que nadie es culpable por amar".