Páginas

Buscar este blog

lunes, 30 de marzo de 2015

Escrito 0011 – La luna y yo.

Escrito 0011 – La luna y yo.
Hace mucho que la luna y yo no charlamos, hace mucho que no veo mi interior. Muchas veces entre la luna y yo guardamos tantos secretos que se podría decir: ¿Si la luna hablara que cosas no contaría? Contaría una historia común y corriente, llena de tristezas, alegrías, éxitos, fracasos y sobre todo miedo mucho miedo. Descubrí que la luna y yo tenemos mucho en común; durante el día estamos presentes, opacos, escondidos, con miedo a ser quien realmente somos y es que nos sentimos poca cosa porque el sol ( los otros) brillan mas que ella y yo. Pero llega la noche y cuando todo esta tranquilo, cuando todos están dormidos somos quien realmente somos; brillamos sin miedo y contamos nuestros secretos tanto ella a mi como yo a ella, secretos, muchos secretos los cuales son como las estrellas, ahí están brillando con ganas de ser gritados pero sin ser escuchados, secretos que cuando se acerca el día se vuelven a esconder simplemente por miedo, secretos que tal vez un día salgan a la luz del sol. Por cierto la luna y yo compartimos un mismo secreto, un secreto de amor, tanto ella como yo estamos enamorados del Sol mayor (Él).


Participante 0011 - José de Jesús Romo Gómez.

domingo, 29 de marzo de 2015

Escrito 0010 – Albedrío de Ser.

Escrito 0010 – Albedrío de Ser.
Las sensaciones corriendo, sonando ante las vibraciones del cuerpo como el ritmo ante los pasos de baile. La libertad del alma transpasa esas habilidades de incursionarnos en la experiencia por que no hay que asumir coherencia a lo propio del deseo inlicito, pero natural de la esencia de vivir. No hay que temer, no hay que correr, solo elevar las plegarias de la dicha y saber que se nace así. Con el lápiz en la mano y el papel en el cual plasmas las lineas de tu destino en expresiones propias, pero tan válidas como las leyes de un parametro social. Escucha a el mundo aclamando tantas reseñas de verdad, asume que lo que ves esta en ti. El observalo todo, son tus ojos, tu mirada. Así ves todo, pero todos tienen algo diferente que hace al mundo unico. Tú eres unico. Las formas se hacen, ante las nociones mas basicas, pero el sentir es complejo. No escapes, sigue soñando que el mundo es justo o mas de lo que necesitas para ser lo que eres.


Participante 0010 – Blas Tymothy Riveros.

sábado, 28 de marzo de 2015

Escrito 0009 – Ciao.

Escrito 0009 – Ciao.
Una gélida luz centellaba frente a mi rostro, penetrando hasta la parte más oculta y oscura de los endurecidos parpados que cubrían mis ojos. Un estímulo despiadado, que obligó a mis pupilas a contraerse con extrema diligencia, ayudó a levantarme de lo que parecía ser un fugaz descanso.

En un gesto casi automatizado llevé los nudillos a mis lagrimales, para esclarecer un poco mi visión nebulosa. Comencé a inspeccionar el espacio que me envolvía y fue ahí cuando mi extrañeza hizo acto de presencia. No era mi alcoba donde había estado dormitando; no era esa recamara azul celeste, con carteles de cantantes y bandas musicales pegadas sobre sus paredes, con una cajonera desordenada y repleta de figuras de acción, ni siquiera estaba ese gran ventanal frente a mí, que daba a la calle y que me permitía ver a través de su vidriado el horizonte en su máximo esplendor… no… nada de eso se encontraba. En cambio; me hallaba en una habitación blanca, con paredes sucias por manchas de humedad y misteriosas salpicaduras de sangre seca, recostado en una cama muy rígida y pequeña , con tan sólo dos sillas de plástico a punto de quebrarse como muebles complementarios. La única comunicación que tenía hacia otro lugar era en extremo turbia, gracias a una puerta de vidrio templado con un cristal empañado y encima sucio. Lo poco que alcanzaba a observar, parecía ser un estrecho pasillo, solitario y poco iluminado.

¿Pero dónde estoy?, ¿qué hago aquí?, ¿cómo llegué hasta este lugar? Estas y muchas más interrogantes surgieron en tan solo breves instantes, rondando alrededor de mi cabeza. Miré con desesperación en todas direcciones, pero principalmente a mis costados. Allí fue donde continuaron las sorpresas. De mi lado izquierdo reposaban dos burós, ambos saturados de presentes: grandes animales de felpa, globos inflados de gas helio con letras rezando: “Mejórate pronto” o en algunos casos: “Te queremos”, arreglos florales donde destacaban rosas blancas y tulipanes rojos y muchas cartas esparcidas a lo largo de ambos muebles. Para romper en definitivo con mi calma, a mi mano derecha se observaba un respirador artificial con recientes huellas de uso, tal vez en algún momento mi vida dependió de él. Todo ese conjunto me indicaba que… ¡no!, ¡eso no puede ser posible!

Lamentablemente, aunque me costara aceptarlo, así lo era: mi estadía en este lugar había sido prolongada, ¿el motivo?, aún no lo sabía, pero para terminar en algo que parecía ser un hospital, varias semanas e incluso meses con oxígeno conectado a través de tu garganta, debía ser algo serio.

Mi cuerpo iniciaba a despertarse y un dolor en mis brazos se esclarecía. Alarmado, inicie a tocarme los antebrazos, siendo allí donde se encontraba el problema: desde los codos hasta las muñecas se habían acentuado largas pero poco profundas ulceras, que castigaban sin clemencia alguna la delgada piel que cubría mi ser.

—¡Demonios!, definitivamente he estado aquí más tiempo del que creí— murmuré entre dientes, tratando de resistir el dolor.

Después de escasos segundos, unos ligeros gemidos se percibían a los pies de la cama donde reposaba. La situación me parecía un poco inquietante, aunque es común escuchar llantos dentro de un hospital, no lo es en el interior de un cuarto donde te encuentras aparentemente solo. Con cautela desvié mi mirada hacia la parte baja mis piernas. El causante de aquellos ruidos bastante conmovedores era un hombre… ¡y ese hombre era mi padre!

Apoyaba y hundía la cabeza en mi regazo, tratando de ahogar sus penas con la aspereza de las sabanas que me cobijaban. ¿Había estado ahí antes? Pero por supuesto, lo que pasa es que soy un distraído de primera y no me había percatado de su presencia.

—Papá… ¿sucede algo?

Jamás lo había visto tan destrozado… ni siquiera cuando su único hermano, el tío Gerald, falleció en un accidente automovilístico junto a toda su familia, o cuando le notificaron que a mamá le extirparían ambos senos a causa del cáncer, por lo tanto me preocupaba verlo en ese estado.

Levantó su rostro. No me dijo absolutamente nada. Seguía preocupándome. Las lágrimas caían como cascadas de sus ojos…

—Dylan… despertaste— expresó como si una espada le atravesara sin misericordia el alma.

—Dime, ¿qué pasa?

—Nada… es algo sin importancia…— contestó sin mirarme a la cara.

—Bueno… si lo dices… ¿Y mamá?, ¿dónde está?

—Se fue a casa hace un par de horas, tenía que descansar un poco… no tarda en regresar.

Un silencio por parte de mi padre cortó de tajo la fluidez de la conversación. Una calma abrumadora nos acordonada a ambos. Él solo se limitaba a observarme, tal vez no daba crédito de lo que pasaba frente a él.

—¿Cuánto tiempo ha pasado?— pregunté con espontaneidad.

Como respuesta, mi padre volvió a romper en llanto y se arrojó hacia mí; me abrazaba con la poca fuerza que le quedaba.

—Perdóname— susurraba con la voz totalmente quebrada.

—¿Por qué?

—Dylan… por favor hazlo— suplicaba encajándome el mentón en el hombro.

—¿Por qué debería de perdonarte si no me has ocasionado algún daño?— le cuestioné mientras respondía a su gesto, rodeándole la espalda con ambos brazos.

—Claro que si… no estuve contigo cuando más me necesitabas, realmente no me he comportado como un verdadero padre— explicaba, tratando de mantener la calma.

—Lo sé.

—Y deberías odiarme por eso— declaró aferrándose más a mí.

—No, no te odio, al contrario te amo— le afirmé dándole un beso en la mejilla.

Él tenía razón, nunca estuvo cuando lo necesité, pero él es mi papá y de alguna u otra manera tengo que quererlo, sus motivos debió de tener para alejarse de mi de esa manera. Yo no soy nadie para juzgarlo.

Soltó mi cuerpo, y se sentó a mi lado. Sus labios delineaban una sonrisa, una sonrisa que era opacada por la tristeza que emanaba su mirada.

—Yo sé que no he sido el mejor; no estuve contigo cuando debí estarlo… quizá de algún modo yo ocasioné esto, porque sí te hubiera dado todo el cariño que necesitabas, no lo habrías estado mendigando por las calles, buscándolo en caminos con fatídicas salidas, pero también comprende que mi vida tampoco ha sido fácil… he sufrido tanto en tan poco tiempo— decía mientras me acariciaba ambas manos.

—Te comprendo, lo hecho hecho está, lo único que podemos hacer es no cometer los mismo errores en nuestro futuro.

—Exacto, y para poder empezar con el pie derecho ese “futuro” necesito de tu perdón— propuso presionándome más las manos.

—Pero…

—Por favor Dylan— imploraba, haciendo notar más su interés.

—Si eso te regresara la paz, entonces te perdono papá.

—¡Gracias, no sabes lo feliz que me haces!— expresaba mientras me volvía a abrazar de nuevo.

—¡Cuidado que me lastimarás!— le advertí.

Ambos reímos. Y nuestra conversión padre e hijo culminó ahí, con una sonrisa dibujada en el rostro de ambos. Me cubrió con ambas manos el rostro y al mismo tiempo susurraba: “Te quiero Dylan”.

No pude contener la emoción, y cuando estaba a punto de dejar que la misma me ganara, las sensaciones extrañas volvieron a aparecer. Mi padre había desaparecido, no se encontraba por ningún rincón de la habitación. La angustia me llamaba… ¿acaso había estado hablando con una alucinación?

De repente, la puerta de la recamara se abrió de golpe, dejando ver una silueta femenina detrás del impacto.

— ¡Noooo!— gritaba la mujer sobre el marco de la puerta.

Entonces, reconocí la voz: era mi madre, desplazándose con alta velocidad a través de la habitación, derramando lágrimas y agitando sus brazos.

—¡No Dylan!, ¡¿Por qué tú?!— seguía vociferando la dama.

Una enfermera corrió rápidamente al dormitorio a ver al causante de tremendo alboroto, y una más intentaba tranquilizar a mi madre. Todas me miraban sobresaltadas.

—Estoy bien mamá— trataba de serenarla.

Una mujer se acercaba con premura a medirme el pulso.

—Señorita no es necesario, me siento bien— le sugerí.

Hizo caso omiso de mi invitación y continuó haciendo su trabajo. Después de unos instantes, contempló con tono lúgubre a mi madre y le dijo:

—Lo siento señora, ya es muy tarde.

Mi mamá se tiró al suelo, totalmente hecha pedazos. Yo no entendía nada de lo que pasaba, todo se asemejaba a una broma muy pesada.

—¡Dylan!, ¡mi bebé!— gritaba desde el fondo de sus entrañas la fémina que me trajo al mundo.

Miré otra vez a los pies de la cama y allí estaba de nueva cuenta mi padre. Él observaba con agobio a mi mamá.

—Katherine, no te preocupes, ahora estará a salvo conmigo— garantizó a su esposa, quien se retorcía en el suelo mugriento.

—Ven Dylan, vayamos a recuperar el tiempo perdido —proponía mi padre, extendiendo ambos brazos hacia donde me encontraba— Vamos, que a tu madre aún le queda mucho por recorrer para que pueda acompañarnos.

“Ciao es una expresión italiana que puede ser interpretada como un saludo o una despedida, dependiendo de la situación. En esta pequeña historia, Ciao, es una despedida del mundo terrenal y una bienvenida al más allá”.


Participante 0009 - Adrián Denbrough.

viernes, 27 de marzo de 2015

Escrito 0008 - A tres vueltas del sol.

Escrito 0008 - A tres vueltas del sol.
Era costumbre empezar el fin de semana laborar llegando al bar con Eithel, Harold y Alessandro. Tenía que pasar por Eithel al banco. Llegaba con una cara desagradable siempre, se quitaba su corbata roja y la lanzaba detrás del asiento.

 - Pero que día tan más mierda tuve - Para él todos los días eran de mierda - Me han hecho quedar unas horas más sólo porque un cajero no tenía el monto correspondiente.

- Para ti siempre son días de mierda – Le dije- El problema no es el día, el problema eres tú. Pesimista.

- Cállate - Decía señalando a Alessandro rumbo al bar - Ahí va ese hijo de puta.

Hice sonar el claxon de mi auto y Alessandro subió.

- Que bueno que los he encontrado - Se quitaba su abrigo con una cara de enojo - Mi novia me ha obligado a llevar este abrigo, lo más probable es que llueva, pero el bochorno no lo soporto
Su novia más bien parecía su madre, le hacía vestir como debía corresponder un buen abogado.
- Ponlo a un lado - contesté - ten cuidado con esas carpetas.

- ¿Qué son? - Preguntaba Eithel mientras las tomaba

-¡Deja ahí! Son mis borradores de la tesis.

- El hijo de perra se va a graduar.

- Cállate imbécil

Llegamos al bar, Harold como de costumbre había llegado en su auto minutos antes, estaba sentado en nuestra mesa esperando con un cigarrillo.

- Siempre es lo mismo con ustedes tres. – Respondía mientras apagaba su cigarrilo – Y siempre es lo mismo con estos tipos del bar. ¡No me dejan fumarme un cigarrillo!

- ¿Cómo la haz liado? – Pregunté

- Insistí hasta que se cansaron. – Reía intentando prender otro cigarrillo.
Comenzamos a beber, cerveza tras cerveza, comenzó a surgir efecto el anestesiante universal, nuestras conversaciones se tornarnos de un aire elegante a un tema fuera de lo común. El mesero rodeaba nuestra mesa sabiendo que pronto acabaríamos la ronda, pedíamos otra cubeta, la vuelta me daba cabeza... La cabeza me daba vueltas... de tres amigos ahora tenía seis, riendo como desquiciado y cantando como lo que eran, unos borrachos. El bar comenzó a girar como un carrusel fuera de control y salí corriendo. Alessandro me siguió zigzagueando, yo estaba ahí postrado en el sanitario vomitando, Alessandro con una cerveza en mano y tambaleando se puso en la puerta del baño. Él era el menos ebrio de los tres, Eithel por su parte podías escucharlo cantando desentonado desde el baño.

- Venga amigo - Me tomaba del brazo Alessandro - Salgamos de aquí. –

En la mesa estaba Harold sentado, me puse a un lado de él.
- ¿Qué hora es? Pregunté
- Cuarto para las dos - Respondía Harold viendo un lindo reloj
- Que buen reloj
- ¿Te gusta? Tómalo - Se quitaba el reloj al instante
- ¿Qué dices? estás ebrio.
- Hablo enserio, lo compre hace algunos meses pero mi hermana me ha regalado uno entre el tiempo de entrega que pedí este.
Bien si ese era el caso podía tomarlo, era un hermoso reloj y quedaría entre el polvo si se lo quedaba.
- Gracias...
Nuestra conversación tomó un aire de silencio, sólo quería evitar hablar, sentía que entre una de mis palabras se escaparía mi cena. Me sentía totalmente anestesiado, escuchaba un zumbido en mi cabeza que me indicaba que a era suficiente.
- Me siento fatal - Le decía
- Creo es mejor que te vayas a casa.
- Tienes razón – Caminaba a la salida entre pasos cortos esperando no caer
- eh, eh, eh, ¿Dónde carajos vas? - Decía Eithel - Hombre, qué esto apenas empieza
– Andaba con una cara llena de euforia y alegría, pero a pesar de ello no podía evitar mostrar lo ebrio que estaba.
- Eithel, ya no puedo, necesito ir a casa, tomar un baño y dormir, mañana estudiaré un poco y volvemos a salir. ¿Vale?
- ¡Eres un aguafiestas! - Se volteaba con los demás chicos. - Eh, amigos, vengan.
Llegaron al instante casi a la puerta del bar donde nos encontrábamos.
- Eithel se va, pero venga, abrazadlo. - Nos tomaba a todos con sus brazos - Los quiero mucho trio de imbéciles.

Harold se quitaba de sus brazos riendo
- Estás ebrio- le decía
- Cállate, estoy contento de tenerlos.
Alessandro me vio por un tiempo y me dijo:
- ¿Seguro que puedes manejar? Deberías tomar un taxi
Alessandro siempre fue el más consiente de los tres.
- Puedo manejar - Replicaba
- Venga, además comenzará a llover.
- Dices tonterías, Ale - Decía Eithel.
- Sígueme afuera y verás, imbécil.
Salimos los tres y el clima comenzaba a ponerse fatal
- Mejor tomas taxi - Decía Harold
- Sí - Todos replicábamos al mismo tiempo.
- Hombre, pero mañana, si se arregla este clima, debemos salir
- Claro - Contesté - Sólo tengo que estudiar un poco para la tesis y salimos todos.
Tome un taxi directo a casa, los chicos se quedaron un tiempo más. Yo por mi parte estaba acabado, llegué, ni una ducha tomé, caí a la cama y dormí.

Desperté con un aroma infernal, la cabeza bien podría explotarme. Tomé una ducha, salí a preparar mi almuerzo y comencé a estudiar. Era importante este momento, estaba a la vuelta de la esquina de graduarme y tenía que hacer una tesis que valiera la pena tantos años de esfuerzo. Apagué celular, internet y toda distracción a mí alrededor, sólo estaba yo y mi tesis en el departamento. Me dispuse a leer mis documentos y es ahí donde recordaba dejarlos en el auto.

– ¡Mierda! - Maldecía a los aires. - Tengo que ir a por ellos.
Buscaba entre mi ropa de anoche las llaves.
- ¿Las deje en el bar? No vuelvo a beber – Me decía a mí mismo.
Tomaba mi celular para llamar a alguno de ellos y preguntar por mis llaves, incluso por mi auto, espero siguiera ahí y alguno de esos imbéciles no lo haya tomado. Marqué primero a Alessandro.
- Buzón de voz, su llamada será... - Colgué, lo tenía apagado.
Llamé a Harold y era la misma respuesta, tal parece tuvieron una farra más grande de lo que pensé. Mi última opción era el imbécil de Eithel. El celular comenzó a marcar, era el único con el celular prendido, el único precavido que cargó su celular antes de salir del trabajo. Era raro admitirlo. Sonó por buen rato y no hubo respuesta. << ¿Seguirá dormido?>> me preguntaba, intenté por quinta vez y aun no tuve respuesta, le deje un mensaje de voz.

- Tú, hijo de puta, donde hayan tomado mi auto los mataré. Ven después de las tres de la tarde, estaré retrasado con lo de la tesis todo por dejar mis documentos en el auto. Nos vemos.

Apagué el celular nuevamente. Tomé todo lo necesario y comencé a estudiar por largo tiempo.

Tocaron a mi puerta, vi el reloj que recién me regalaba Harold, había estado 4 horas estudiando, necesitaba un descanso y creía que eran los chicos en la puerta.

- ¿Quién es? - Preguntaba acercándome a rastras de mis sandalias.
- ¡Abre la puerta por favor!
Se escuchaba una voz de mujer desesperada. Abrí la puerta desconcertado y vi llorando a la novia de Alessandro, sollozando entre lágrimas y a balanceándose a mi hombro.
- Lo siento, ¡Lo siento tanto! - Lloraba empapando mi hombro con sus lágrimas.
– ¿Qué ocurre? - Mi voz se llenó de sentimiento ante su lloriqueo.
No dijo ni una palabra, sólo lloraba. Sollozaba, para ser más exacto. La quité de mi hombro y desesperado la vi a mi cara y pregunté entre lágrimas.
- ¡¿Qué mierda ha ocurrido?! - La novia de Alessandro se calmó un poco y contestó entre lágrimas.
- Los tres... Los tres... perdieron el control y están... - No logró terminar la frase, siguió llorando sin parar. Yo sólo pase mis manos a la cabeza. Quería tan solo despertar de esa pesadilla tan ruin, comencé a llorar y me hinque desesperado. Sin poder hacer nada. << ¡Pero si hoy los iba a ver!, hoy seguiríamos con nuestra tradición. Hoy todavía los tendría conmigo >> Pensé enfurecido. << ¡Alessandro!, tú mismo me dijiste que no debía manejar, ¿por qué lo hicieron?... ¿por qué los deje ahí?, ¿por qué no me fui con ellos? Los tres estaríamos bien. O los tres estaríamos muertos... No, ellos aún no están muertos... Esto no puede ser verdad>> Pasaron minutos para que me calmara, la novia de Alessandro estaba sentada con suspiros de melancolía en su boca.
- ¿Qué hora es? - Preguntó, vi el reloj que me regaló Harold, lo vi por unos segundos, después una lágrima rodó por mi cara.
- Cuarto para las dos.

A la vuelta del sol tenía a tres amigos, a la vuelta del sol aun brillaban ese trio de pares de ojos, a la vuelta del sol sus corazones latían como el galope de un caballo viviendo a cien por hora, a la vuelta del sol éramos cuatro y no sólo uno.

No me acerqué en todo el día a la velación, no podía, simplemente no estaba preparado. Lloré constantemente y aun no creía que los había perdido, aún sentía que podía ir a la mesa del bar y verlos, escuchar la risa burlona de Eithel, ver los ademanes excéntricos de Harold y oír las pláticas interesantes de Alessandro. Salí del bar con lágrimas en los ojos, había sentido la mirada de algunos, conocían lo que había pasado. Vi mi carro en el mismo lugar del estacionamiento, un mesero me siguió.
- Eh chico, dejaste las llaves la otra noche.
Tomé las llaves sin decir más que gracias.
- Supe lo que pasó, ¿cómo están? - Me quedé callado por un momento, abrí una puerta del auto y contesté:
- Muertos.
El mesero quedó con un nudo en la garganta, su cara incluso tomó un color amarillo, no dijo nada por un momento.
- Lo siento.
- No importa – contesté.
- Levanta el ánimo, a ellos no les hubiera gustado que estuvieras mal.
- Si no hubieran querido no hubieran muerto los cabrones.
Quedó callado, no lo culpo, la gente es imbécil cuando intenta suavizar un golpe de esa magnitud, podría decirse que las palabras que uno quiere escuchar no son otras que las voces de sus fallecidos sólo para entender que ellos aún siguen vivos.
Subí al auto y baje la ventanilla.
- No sabes cuánto lo siento - Intentaba arreglar las cosas.
- No importa, enserio. - Me fui del lugar.

Era momento de despedirme, tenía que aceptar la ausencia de esos tres bastardos, admitir que ya no veré sus rostros en otro lado más que en fotografías, vivir con el vacío de no tenerlos. Se acabaría los fines de semana en el bar, terminarían por completo esas pláticas tan incoherentes en aquella mesa, terminarían esas respuestas al idéntico son.

Los vi a los tres en sus respectivos féretros, casi como si durmieras, como si fuese solo una siesta, podría jurar que Eithel cayó ebrio y sólo esta inconsciente, que en unos minutos despertará buscando más cerveza o a vomitar.
Esperaba que despertaran, pero no fue así.
Comenzaba el momento más difícil, la tierra cubría cada una de las cajas. El acorde de los llantos inundaba mi cabeza, no podía escuchar mis propios pensamientos. Uno nunca iba a saber cuándo diría por última vez adiós, si tan solo me hubiera dado cuenta que ya no estarían conmigo los hubiera abrazado con una fuerza descomunal, si hace tres días me enterará que no volvería a ver sus ojos abiertos, les enseñaría y demostraría lo mucho que los quiero, lloraría en sus hombros por tan marica que se viera, les besaría las mejillas y agradecería que fueron parte de mí.

La tierra estaba al par. Los cuerpos ya hacían metros bajo tierra. Esperé a que la gente se disipara y me acerqué a las lapidas.

- Tengo a tres amigos a tres vueltas del sol y no puedo hacer nada.

Dejé la corbata roja en la lápida de Eithel, el abrigo con Alessandro y el reloj con Harold.

Tenía a tres amigos a tres vueltas del sol y pronto se convertirían en polvo. Comencé a vivir al límite, al borde de la vida, sin saber cuándo sería la última vez que diría adiós. Hoy no tengo miedo de morir, porqué sé que si lo hago, me encontraré a tres o más vueltas del sol para estar con ellos.


Participante 0008 - Miguel Ángel Rodríguez Moreno.

jueves, 26 de marzo de 2015

Escrito 0007 - Después del hospital

Escrito 0007 - Después del hospital
Que hago aqui... me empieza a doler la cabeza y me desmayo...

Despierto en mi habitación...escucho pasos me escondo entre las sábanas fingiendo estar dormida, entran a la habitación 2 chicos

Discuten entre ellos uno parece llamarse eliort es de estatura baja tez blanca y un sedoso cabello negro ondulado , el otro chico no eh escuchado su nombre pero algo en él se me hace familiar... -se supone que tu la cuidarias grita el chico número 1 nada de esto hubiera pasado si te hubieras alejado yo puedo protegerla soy mas fuerte

-por lo menos yo tuve el valor de hablarle le contesta el chico número 2.. en eso alguien les habla sale de la habitación.


¿donde estoy ? ¿quien soy? ¿Quienes eran esos chicos? ¿sobre quien discutían? Esas preguntas pasan por mi mente por varios minutos cuando entra el chico 2 "al fin despiertas" dijo el chico con una sonrisa de alivio y felicidad estaba preocupado por ti despues que te volviste a desmayar en el hospital... me mira a los ojos con preocupación ¿ te encuentras bien? ¿por qué no contestas? Me observa fijamente por unos con esos ojos color miel tan bonitos y su mirada dulce y calida sonríe y dice estarás bien y me da unas palmadas en la cabeza y un beso en la frente vuelvo enseguida dice... y sale del cuarto, a los minutos vuelve pero esta vez con mas gente todos felices de verme despierta no reconozco a ninguno pero todos hablan sobre lo sorprendente fue que sobreviviera a algo asi, intento recordar sobre que hablan me empieza a doler la cabeza un dolor punzante que me obliga a salir de la habitacion me encuentro con unas escaleras las bajo tan rapido que no noto por donde camino tropiezo y cuando me doy cuenta estoy en el aire a punto de caer al suelo cierro los ojos esperando el dolor de caer al suelo... los abro y veo que no eh caido al suelo si no que me encuentro en los brazos de eliot "casi te pierdo... de nuevo " dice el con una mirada triste y me baja cuidado por donde caminas no queremos que te pase algo, no se que seria de mi sin ti murmura , yo me quedo sin palabras lo unico que puedo responder es un debil gracias, estaria muerta si no fuera por ti , el se sonroja y luego contesta no estes tan segura de eso... a que te refieres le respondo eliort contesta con la miraba baja, no me dice nada y sube las escaleras...
Me pregunto que habria querido decir sigo caminando y me encuentro en el patio de lo que parece ser mi casa ahi se encuentra el chico 2 regando las flores hola alice dice al mirarme que haces afuera? Aun no estas tan bien como para salir de la cama (con un tono preocupado)

Alice? Respondo yo asi que ese es mi nombre, no recuerdo nada ni quien soy y menos quien eres tu lo siento bajo la mirada y me sale una lagrima del ojo, tranquila contesta el todo estara bien seca mis lagrimas con las mangas de su camisa es suave y huele rico, me da un fuerte abrazo asta que no recuerdas nada no te preocupes... y no llores yo te cuidare y te voy a apoyar en lo que pueda, levanta la mirada y contesta por que motivo te comportas tan lindo conmigo?

El solo sonrie y contesta "por que te amo y nunca dejare sola a mi novia" y me besa , me intento resistir pero ahi algo en el que me es inresistible cuando abro los ojos lo veo a el a 1cm de mi y me dice ya te acuerdas de mi? Mi bella dama . sus labios se acercan a los mios una leve brisa mueve su cabello cada ves estamos mas cerca, cuando llega una chica... al fin los encuentro pillos alice que estabas haciendo con mi hermano?

Yo preocupada por ti pensando que te perdiste por la casa y tu escondida besando a un chico... no ,no es lo que parece es un mal entendido contesto estabamos hablando ¿verdad? Volteo y el chico desaparecio no dejo rastro alguno, olvidalo conteste ... el es tu hermano? Conoces mi nombre? Como que si conozco tu nombre obvio que si soy tu mejor amiga encerio alice que es lo que te pasa?? ¿No recuerdas que sucedio ? Si es mi hermano ya lo conocias, lo conociste la noche del accidente en mi casa...La noche del accidente? Que ... fue lo que paso exactamente??

Ella cambio su mirada repentinamente nada! No sucedió nada! Entra a la casa es hora de la comida tu padre esta preocupado..Me jala del brazo bastante fuerte hasta que llegamos a un lindo comedor limpiamente ordenado

De la cocina se escuchan carcajadas y sale mi padre acompañado de eliort

Con la comida

Alice dice mi padre eliort fue muy amable y hiso la comida hoy no crees que es un gran chico? Deberías pensar en uno así para novio, vasta señor que me sonrojo esto solo lo hago por ver sonreír a su bella hija nada mas por eso vivo por su bella y deslumbrante sonrisa que ilumina la mas oscura noche y brinda una gran paz escucharla sonreír contesta eliort...Me alegra que quieras hacer feliz a mi hija ella eso todo lo que me queda y si algo le pasara me muero le prometo que yo la cuidare siempre...Le prometo que yo la cuidare siempre...

Esperen un momento contesto interrumpiendolos a que se refieren con tanto palabrerio yo no necesito que me cuiden y mucho menos depengo de un chico para estar a salvo me levanto de la mesa enojada... espera! Dice eliort se que no me conoces no sabes nada sobre mi pero yo se todo sobre ti se que amas la playa tu fruta favorita son las fresas y amas el frío y tu mayor sueño es ir a esquiar en las montañas que tienes 16 años y nunca te has enamorado permiteme ser el primer y ultimo chico que ame tu corazón permiteme ser tu novio tu no me conoces pero con el tiempo me conoceras te prometo siempre hacerte feliz y leerte por las noches como lo eh echó todas las noches desde que entraste al hospital yo eh cuidado de ti día tras día noche tras noche con el único deseo de verte despierta y verte feliz .... así que alice que dices quieres ser feliz a mi lado??...Me quedo tensa si saber que responder, y contesto como lo eh dicho no necesito un hombre para ser feliz, salgo de la cocina y regreso al patio me recargo en el cerco mirando las estrellas con la esperanza de reencontrarme con aquel chico que me beso en este mismo lugar... pasan horas y me resigno de no volverlo a ver nunca mas entró a la casa y duermo un poco en mi habitación a la mañana siguiente parece un día cualquiera bajo a la cocina y se encuentra mi padre sentando en la mesa leyendo el periódico el me votea a ver y me dice : alice mañana regresas a la escuela, te eh cambiado de escuela iras a la misma que eliort ya lo e decidido no discutas se levanta de la mesa y sale de la cocina.. yo le contesto a lo lejos por que ?? Que tiene la vieja escuela,no es que no quiera ir a clases si no que esperaba poder a mi vieja escuela y así poder recordar algo de mi vida y descubrir quien era el chico del jardin lo unico que se de el es que es hermano de mi mejor amiga y cada ves que le pregunto sobre el ella solo contesta lo mismo que lo conocí en la noche del accidente... pero yo ciento que ahí algo mas que eso existe o existio algo entre nosotros oh eso es lo que yo quiero creer es imposible la idea que no pueda dejar de pensar y sentir tanta coneccion con un chico que apenas y conozcoNo como en todo el día, salgo a correr para refrescar mi mente y lo unico que logro es mantenerla mas ocupada con mis pensamientos y mantenerme atenta al camino voy pensando en lo mio cuando lo encuentro ahí sentando en una banca alimentando a los patos me acercó hey hola lo saludo el solo levanta la mirada y me dice con vos indiferente que haces aqui? No se supone que estas con eliort yo estar con eliort ? Le contesto.

Si con el ya supe que aceptaste ser su novia tranquila ya no molestare más nunca volveré a aparecer en ti vida se levanta de la banca y camina espera lo detengo agarrándole la mano , no se quien te dijo eso pero todo lo que te hayan dicho son mentiras yo no acepte estar con eliort lo rechaze por que... a mi me gusta otro chico un chico que apenas conozco pero siento como si lo conociera de toda la vida el es lindo dulce romántico y con el me siento segura y si no estoy a su lado me siento vacía incompleta el es lo que buscaba y al fin encontré ...

Me alegro por ti contesta que afortunado el chico que te hace sentir completa si el te hace feliz con que tu seas feliz yo soy feliz te ayudare a conquistar a ese chico.

no no puedes contesto con lágrimas en los ojos por que ese chico eres tu...Yo??? Wow enserio nunca creí que te llegaras a fijar en mi contesta sorprendido me gustas demasiado alice pero.. tengo miedo miedo de arruinarlo eres lo mas importante para mi en mi vida y yo todo lo que toco muere oh me abandona tengo miedo a lastimarte o que me lastimes eres una chica maravillosa la chica de mis sueños espero algún día merecerte, eres demasiado para mi lo nuestro no funcionaria no hoy en este momento no, me voy algún día volveré cuando te meresca solamente espero que me tengas paciencia y me esperes...

El empieza a irse lejos yo me quedó plasmada mee acaba de rechazar pienso caigo de rodillas al piso y me brotan lágrimas en los ojos así que así se siente que la persona que ames te rechase ?? Tomo mi corazón lo pisotio y lo tiro a la basura…

A donde vas!! Grito lo mas fuerte que puedo... el gira la cabeza y contesta a encontrarme conmigo mismo ser mejor persona y lograr conseguir el perdón de mi mismo por que te lastime e intentando no volverte a hacer daño EH conseguido lastimarte aun mas es lo único que se hacer lastimar a las personas tu no mereces eso mereces algo mejor a alguien mejor volvere algún día cuando logre hacerte feliz sin hacerte daño adiós...

No entiendes que me haces daño al irte lejos de mi vida!!! Le contestó llena de furia e impotencia... el ya no voltea ni a verme sólo se escucha que alcanza a decir "es lo mejor para ti" Algún día entenderas

Me quedo en esa posición hasta que oscurece llorando llena de impotencia furia odio y sintiéndome la chica mas idiota del mundo que es lo que hice lo arruine todo, el se a ido junto con mis esperanzas y sueños se llevo lo mejor de mi y dejo un alma bacía llena de rencor y odio incapaz de amar de nuevo ... tal ves solo fue una triste ilusión y el fin de algo que jamas empezó pero duele como si llevara toda la vida amándolo no tengo ni las fuerzas ni los ánimos para levantarme al final termino tirada en el parque boca arriba mirando en las estrellas y deseando ser una, así de grandes y resplandecientes sin ninguna otra preocupación que no sea brillar... no sufren por amor, desamor, una perdida de memoria, un padre que no entiende lo que yo quiero, a ellas nadie les dice que hacer solamente hacen lo que mejor pueden hacer y eso las hace especiales, y el mundo las observa en cambio yo en una tarde me han rechazado no tengo ánimos de moverme de este lugar y mi familia ni rastro dudo que se hayan dado cuenta de mi ausencia...

Me duermo cuando despierto alcanzo a mirar el amanecer y junto con el amanecer miro un rostro hablandome hola? Te encuentras bien ocupas ayuda??

Me da la mano para que me levante trae unos limpios y bonitos guantes blancos sus dedos largos y derechos lo tomo de la mano para levantarme gracias le contestó me ayuda a sentarme en la banca estas bien me pregunta?

Se me queda viendo fijamente noto que trae lente pero se alcanzan a apreciar sus ojos color purpura esta vestido elegantemente pero no checan con su corte de pelo y el color un tanto extraño parece un verde alga oscuro oh esta entre acuamarina oscuro es un chico bastante guapo... y misterioso

Si estoy bien le contesto, no te creó contesta si estuvieras bien no hubieras dormido en el parque se nota que pasaste la noche aquí... es tan obvio contestó??

No, jaja ayer te mire llorando y me quise acercar pero no creí que fuera el momento apropiado y me levante temprano por si seguias en el parque pensé que ocuparias ayuda y un hombro en el cual llorar pero dime que fue lo que te causo tanto dolor?? Tienes casa??

no es nada en especial una tontería de niña, tampoco tengo casa eh escapado de ella.

Escapaste de tu casa?? Ya tienes planeado que harás?? Te miras chica no deberías ir a la escuela??

No tengo nada planeado solamente ya no podía seguir en ese lugarSi se supone pero al dejar la casa deje la escuela, creo que seguiré aquí en el parque es mejor que en casa...

No! Nada de eso contesta el chico iras a la escuela y tendrás un hogar. Como contesto no pienso volver a mi casaTe quedaras a vivir conmigo en mi casa y iras a la misma escuela que yo...No, no es necesario además que eres un desconocido para mi y no seria lo correcto... oh cierto no me e presentado contesta el chico sorprendido perdón soy un poco distraído me llamo wiliam pero me dicen will y no soy un desconocido llevo un año observandote por que te me haces una persona interesante y Ahora que te veo en problemas no puedo evitarme la oportunidad de hablar contigo y ayudarte así que por favor dejame ayudarte.


Participante 0007 – Sarahi Leyva.