Esta fue una carta que envié a un Concurso el pasado mes, el concurso se llamaba "Carta a Mis Padres" que organizaba el Instituto Mexicano de la Juventud, lamentablemente no quedé en la siguiente etapa, pero eso no evita que pueda publicar mi carta en este blog, espero que les guste y ahí me dicen que les parece...
Hola como estas, espero que bien,
si, de verdad espero que estés bien, aunque no lo creas de esa manera…
Bueno, pues sabes, te diré varias
cosas que siento en este momento, y como lo digo, es en este momento, puede que
después no sienta lo mismo, pero ahora así lo siento…
Para comenzar, creo que estoy
hablando con una persona que sería desconocida para mí, si, muchos dirán, pero
es que él es tu… si lo sé, pero yo no te conozco como para decirte así, sé que
lo eres pero no siento que lo seas…
De niño, me hubiera encantado poder
hablarte más seguido, sabes, cuando mi mamá me decía, oye Juan, escribe una
carta para mandársela a tu… yo me ponía tan contento, no sabía que decir, tenía
muchas cosas que contarte porque hablaba muy poco contigo, así que trataba de
decirte lo que para mí creía era importante, lo sé, varias veces parecía más
bien una carta a Santa Claus, que una carta para ti, pero así lo pensaba en ese
entonces…
Luego crecí, estuve en la
secundaria, esperaba poder hablar contigo para contarte todo lo que me sucedía,
pero era una vez al mes las veces que hablabas, muy poco, además que solías
hablar más con mi mamá, lo entiendo es tu… pero yo quería hablarte y decirte
algo más que un simple, ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido en la escuela? Quería
contarte sobre mis amigos, mis logros y donde es que estaba, pero no había mucho
tiempo, la tarjeta se acababa…
Seguí creciendo, y me daba cuenta
que seguías existiendo, pero sólo como palabra, como la frase de, pero es tu…
lo sé, así lo sentía durante la preparatoria, puesto que no hablaba ya casi
contigo, mi madre era la que te contaba lo que pasaba conmigo…
Recuerdo que después de cumplir 16
viniste a vernos, pero era muy poco el tiempo que estarías aquí, te invité a
que me vieras, a que vieras lo que hacía cada semana, quería que te sintieras
orgulloso porque lograba algo, salir actuando todos los domingos, escribir el guion
cada semana, quería que te sintieras muy orgulloso de mi, pero al parecer eso
no te importó, no quisiste ni siquiera pasar por mí, mandaste a mi madre para
que fuera por mi mientras tu esperabas en el carro, porque decías: “Si entro, todos me van a ver y van a querer
hablarme, no saldría en un buen rato, y lo que quiero es estar con ustedes”,
si, tal vez pasaría de esa manera, pero solamente quería demostrarte que no era
un inútil como lo has creído, porque… ¿sabes?, crees que el ser útil es tener
un maravillosos trabajo donde ganes mucho dinero, y al parecer no te importan
mis logros si es que no tienen remuneración económica…
Fuimos a otro lado, para “Salir en familia” porque si salíamos en
Cocula, te reconocerían y no te dejarían tranquilo preguntándote cosas, yo iba
muy molesto durante el camino, puesto que esperaba que me dijeras, estoy
orgulloso de lo que haces, pero ni siquiera viste que hacía, lo que si
recuerdo, es que durante el viaje viste a un pobre anciano por la carretera, quisiste
ayudarlo, y mencionaste que algún día pondrías un asilo para que estuvieran los
ancianitos, puesto que era más importante ayudar a un anciano que a un niño,
porque un niño puede crecer, hacer su futuro y lograr mucho, está joven, pero
un anciano ya no encuentra trabajo, nadie los quiere porque sólo son estorbos,
entonces, esas eran tus razones, ¿sabes? eso me agradó, además de no saber que
fueras así, te admiré por ello…
Después seguí creciendo, y
hablábamos mucho menos, creías que era por la vez que me molesté contigo,
además por no estar nunca en los momentos importantes, pero ¿sabes? la verdad
no era así, las cosas malas que suelen pasarme las olvido, muy fácilmente, no
guardo rencor a nadie por algo que me haya hecho. Pero no hablaba contigo porque
me enfadaba que siempre preguntaras lo mismo, que no te interesara saber más de
mí, conocerme mejor… sólo preguntabas si ya tenía empleo, si seguía estudiando,
como iba en la escuela y eso era todo, y ¿mi vida personal?, ¿que hay sobre
ello?, mis logros, metas, sueños, anhelos… además también quería conocerte más,
pero no te dejabas conocer, siempre ocultabas todo lo que te sucedía, jamás
querías contarnos nada. Por esas razones no quería hablar contigo, además de
que siempre que contestaba el teléfono me preguntabas, ¿Está tu madre? que eso
para mí es: “Me la podrías pasar”,
así que por eso luego, luego te la pasaba y te dejaba hablando…
Ya tengo 21 años, ya no soy el niño
de brazos, ni el de 2 años, ni el de 5, ni el de 12, el de 16 o el de 18, ya eso
quedó atrás, siempre quisiste dar lo “Mejor”
a tu familia, pero eso ocasionó que dejaras de tener familia, no sólo el dinero
es importante, sino el amor y la comunicación que se tiene dentro de la
familia, son errores que se pueden cometer, que luego llegan a costar demasiado,
porque no se perdieron días, ni semanas, ni meses, fueron años perdidos, 21
años sin convivir como familia, a excepción de las veces que venías… tus
venidas “Express” de una semana o
menos… sólo recuerdo tres veces que hayas venido, no recuerdo más porque no te
diste la oportunidad, ahora entiendes que hubiera sido mejor, pero como digo,
él hubiera no existe…
No te juzgo yo por lo que hayas
cometido, tampoco te guardo rencor ni mucho menos. Te agradezco mucho por el apoyo
“Económico” que nos brindaste, nos ayudó
mucho, pero eso se consigue fácilmente… el cariño, amor, comprensión y todo
eso… creme que no, además, no te odio, simplemente no te conozco… así que
espero que me entiendas si es que no te puedo decir Papá…
Atentamente tu hijo:
Juan Manuel
Buenrostro Terán (Joanito Goodface)
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