Hola a todos, cómo se
encuentran en este rico viernes 06 de Abril, un excelente día puesto que es
Viernes Santo.
El Viernes Santo es el
segundo día de lo que es el triduo pascual (El triduo pascual es lo que hemos
estado platicando desde el día de ayer) y este es un día importante puesto que
sucedieron diferentes cosas importantes para todos nosotros gracias a Jesús.
El día de hoy, es un
día de luto, puesto que hoy recordamos el gran sacrificio que Jesucristo
Nuestro Señor hizo por cada uno de nosotros, el mayor sacrificio que puede
llegar a hacer una persona por otra, el dar la vida por ti, por mí y por todos
nosotros.
Por ello es que el día
de hoy quiero recordarles una hermosa carta para ti…
Hola, ¿Cómo estas? Espero
no estarte quitando mucho tiempo, yo sé que tu tiempo es muy importante y
valioso para ti, pero solo quiero decirte unas pequeñas cosas que he estado
guardando por mucho tiempo en mi corazón, espero que puedas leerlas.
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¿Cómo has cambiado? |
¿Sabes? Desde hace
tiempo que te he estado viendo, pensarás que soy un acosador porque sé todo lo
que haces, con quién hablas, que dices, pero no tengo intención de acosarte,
simplemente me interesas demasiado y he visto que has realizado cosas
grandiosas y maravillosas, me impresiona todo lo que ha pasado contigo, porque
has aprendido muchísimo, no eres la misma persona de hace un año, o dos, o más,
has cambiado mucho…
Creo que estarás
pensando en quién soy yo, o por qué te sigo a todas partes, porque… ¿Sabes? Siempre
he estado muy cerca de ti en todo este tiempo, jamás te he dejado un día solo,
ni siquiera un pequeño instante, porque eres muy importante y valioso para mi,
no desperdicio para nada mi tiempo al seguirte a todos lados, porque te quiero
muchísimo y no me gusta verte sufrir…
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Soledad |
El otro día, vi que
estabas demasiado triste, estabas llorando y las lágrimas corrían por tu
rostro, yo no sabía que hacer, no quería verte llorar y sufrir de esa manera,
pero… ¿Sabes? Aunque tu no te diste cuenta, yo estaba ahí cerca de ti para
consolarte, tenía mis brazos listos para abrasarte, tenía un pañuelo para secar
tus lágrimas y llevaba también un botiquín de primeros auxilios para sanar
todas tus heridas… pero… tu no me viste, no quisiste acercarte a mi para ayudar
a curar todas tus heridas… preferiste irte a otro lado, me dolió mucho verte
así, pero te comprendí y esperé a que tu regresaras, no me importó el tiempo
que tuve que esperar para poder ayudarte, simplemente me quedé ahí…
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Llorando en soledad |
Otro día, vi que
tuviste una pelea grande con tus padres, discutieron mucho y dolió mucho al no
sentirte comprendido por ellos, pero yo ahí estuve, estaba cerca de ti para
apoyarte en lo que pudiera, para decirte que ellos siempre buscan lo mejor para
ti y que no es que no te comprendan, sino, que no quieren que te suceda nada
malo y por eso es que te regañan y te castigan, para protegerte de todos los
peligros que existen, pero estabas tan triste que no te diste cuenta que estaba
ahí, cerca de ti…
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¡Alto! No te mates... |
En otra ocasión, un
día que te sentías demasiado solo y desilusionado, un día en el que pensaste
que no valía la pena nada, te sentías tan triste y solo, sin amigos, sin
alguien que te comprendiera y te ayudara… no querías sentir más dolor, querías
salir corriendo, olvidar todo lo que sentías… estabas decidido a acabar con ese
dolor tan grande y fuerte que lastimaba tu corazón que pensaste en quitarte la
vida… buscaste entre tus cosas algo para poder matarte… pensaste por un momento
en cómo sería la manera más fácil y menos dolorosa de quitarte la vida… sacaste
una soga… la ataste al techo… tomaste un banco para subirte a él… acomodaste la
soga en tu cuello… pateaste el banco para quitarte por fin ese sufrimiento y
dolor tan inmenso que habías sentido… pero no quería verte de esa manera… te
quería tanto... que corte la soga tan pronto como pude… te tomé en mis brazos…
te abrase fuertemente y te dije al odio…
“No hace falta que mueras… yo ya
lo he hecho por ti, porque te quiero tanto y no quiero verte sufrir”
Te quiere… Jesús