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jueves, 28 de marzo de 2013

Historia 0009 - Desde aquella vez.


Esa Alejandra, tan bonita como ella misma. Sus ojitos de esmeralda y sus manitas finas como la arena de la playa más virgen que uno puede conocer.


La conocí hace unos meses en la fiesta de unos amigos a quienes invitaron y pues yo fui de colado, al principio me sentí incómodo con tanta gente que nunca había visto en mi vida, y yo un completo extraño y abandonado por mis amigos que se fueron de cacería esperando poder encamar a una de las tantas chicas que se paseaban en faldita, y dejando ver de vez en vez el tirante de su brassiere.


Pero yo no fui con ellos, y entonces la vía ella, bailando y contoneando su cadera de izquierda a derecha, moviendo los brazos de arriba a abajo, y sonriendo cual doncella, con clase. Cuando la vi, sentí que el tiempo se detenía, a pesar de que las luces, y sonidos del lugar me distraían no dejaba de verla, hasta que un tipo alto la abrazo por la cintura y le acomodó tremendo beso, mientras con la mano izquierda hacía un intento de colonoscopia que esfumaron mis esperanzas de que ella estaba soltera y que era una chica de bien.


Así que me salí de la fiesta, encendí un cigarro en las escalinatas del lugar y vi de reojo otra figura sentada fumando un cigarrillo. No recuerdo con exactitud cómo es que pasó, pero a las tres horas acabamos desnudos en mi cama, empezando una relación.


Con el tiempo aprendí que su nombre era Alejandra y que era bailarina de ballet, que le gustaba el teatro, el cine, y que no bebía, y que rara vez fumaba, Ale como le dije con el tiempo era la mujer perfecta para mi, y cuando la veía el tiempo parecía detenerse; sus besos sabían a cielo.


Ella tenía un perrito cruza de chihuahueño con salchicha, le decían el Robin, pero yo le decía "chingadera", porque la primera vez que lo dije no pude evitar decirle "¿Qué es esa chingadera?" mientras lo señalaba y me reía descaradamente.


Cuando cumplimos tres meses de andar, me enteré que era modelo de lencería y corsetería para esos catálogos que venden las señoras quedadas con su vecina, al principio no me molestaba que presumiera su cuerpo, pero luego otros tipos la comenzaron a acosar, y yo sabiendo que no estaba al nivel de ellos atractivamente hablando decidí tomar cartas en el asunto.


Por dentro sé que A, como terminé llamándole estaría de acuerdo si recordara lo que le hice. La llamé un día y le dije que vistiera la ropa más sensual que tenga, que tendríamos una noche de pasión y sudor como nunca antes, así que cuando ella toco a la puerta de mi depa, y al abrir la puerta me di cuenta que traía puesto sus tacones ejecutivos y su gabardina negra la cual estaba cerrada, al cerrar la puerta ella se abrió la gabardina y sensualmente la dejó caer, mostrando unos ligueros blancos, con una tanga con encaje blanco, un corpiño blanco que le resaltaba sus senos, y en ellos tenía escrito "muérdelos", pero no lo hice.


La tomé de la mano y la llevé a mi cuarto, ahí, y la acosté. Y luego amarré a la cama, cada pierna y brazo a la esquina de la cama más cercana, luego comencé a toquetearla y estaba súper empapada... lo raro es que no había llovido.


Le despojé de la tanga y la hice mía, y luego otra, y otra, y otra vez, cuando ya estaba todo deslechado volteé a verla y me dijo que tenía que irse a la casa. Así que procedí a desatarla de los pies, pero entonces comprendí el enorme poder que tenía. ! Ya no tenía que cogerme bisteces crudos! tenía mi propia muñeca sexual! así que no la desamarré. Busqué una pelota de tenis, y se la metí en la boca, y me calentó tanto que pues la hice mía de nuevo, una y otra, y otra vez.


Y entonces me dio flojera su vagina, así que pues me di cuenta que nunca le había hecho sexo anal, así que le dí una y otra y otra vez. Se preguntaran que pasaba con los gritos, bueno, no me preocupaba, me puse unos audífonos y escuchaba a Tool mientras en el estéreo de la casa ponía a Bjork a altos volúmenes, entre los gritos de A. y los de Bjork pocos encontrarían la diferencia.


Y después de hacerle sexo anal hasta que me aburriese, me senté a leer un libro bien bonito, uno de un tal Marques de Sade; en uno sus capítulos decía que lo más excitante para un hombre es hacerle un orificio y penetrarla por ahí, así que como soy muy decente le hice una pequeña perforación en el ombligo y pues que me la ceno.


Ya habían pasado como 5 meses, y cada vez me daba menos ganitas de meterme en sus carnes. Era como, si se descuidara, o no quisiera estar conmigo, y cada vez que detectaba eso le hacía otro huequito y le daba por ahí, pero con el tiempo me aburrí y tuve que dejarla ir.


Fui a la carnicería de Don Cuco, y le pedí prestado un machete, Don Cuco es amigo de hace años y me lo prestó sin chistar, llegando con A. le amarré muñecas y tobillos fuertemente y se los macheteé, luego ponía sal en la herida y limoncito y probaba a tenedorzasos su sabor, hasta le invité a Chingadera, por quien fui para no levantar sospechas.


Y pues con el tiempo me aburría comérmela, y preferí deshacerme de ella, la hice pedacitos, (ya estaba muerta para ese entonces), y pues por más que chingadera quería comer no se la iba acabar, así que eliminé a chingadera, e intenté miles de tácticas para mis fines, pulverizar los huesos con un martillo, disolverlos en ácido, pero la verdad era mucho trabajo. Así que decidí algo bien bonito. Metí su cuerpo en una bolsa grande hermética y la dejé ahí pudrirse por meses, y cuando lo que estaba dentro de la bolsa era más baba que cuerpo, fui a la iglesia más cercana a la media noche, y puse esa bolsota recargada en la puerta, me alejé unos metros y le arrojé lápices, navajas etc... Con el fin de reventar la bolsa de lejos, lo que pasó fue una explosión de tripas, que embarró puertas, piso y demás, y una peste horrible.


Regresé caminando a cada, y le marqué a mis cuates, esperando que tuvieran plan para el fin.


Esa Alejandra, tan bonita como ella misma. Sus ojitos de esmeralda y sus manitas finas como la arena de la playa más virgen que uno puede conocer.


Participante # 9
A.R.A.


Esta historia solo es un escrito más para el concurso, estuvimos de acuerdo en publicar esta historia porque es literatura, con contenido algo bizarro y perverso, pero sólo es un escrito más, esperamos que no les moleste la publicación de dicha historia.

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